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REHABILITACIÓN DE VIVIENDA EN RUBALCABA, LIÉRGANES, CANTABRIA

AUTOR: CARLOS DE RIAÑO

La parcela se encuentra situada en el barrio de Rubalcaba, Liérganes, presentando fachada a lo que fue antiguo Camino Real, que discurría paralelo a la actual carretera a San Roque de Riomiera…

La edificación presenta fachada a un espacio libre, con vocación de plaza, y que sin duda lo fue, antes de que se trazara la actual carretera que desvincula y hunde la magnífica ermita de Santa María La Blanca. Es un paraje rural típicamente montañés, hoy bastante deformado por las desacertadas intervenciones en los edificios más próximos. En un pequeño radio se encontraba casona, ni más ni menos que la de los antiquísimos Rubalcabas, donde antes tuvieron su torre fundacional, y donde permanece la famosa cruz, ermita, puente sobre el Miera y molino. Fue un barrio más poblado entre los siglos XVII y XIX, como atestiguan datos, noticias y cimientos de al menos dos casonas que allí se asentaron.

Varias soluciones se han dibujado para el cliente, barajando desde una vivienda de nueva planta, situada a media ladera y desarrollo en una y dos plantas hasta un aprovechamiento de la ruinosa edificación.

La vivienda no tiene interés artístico y una edad de unos ciento, veinte años, pero tiene la suficiente dignidad de una arquitectura anónima y popular, que ya quisieran desarrollar ahora muchos. Se encuentra en la memoria de varias generaciones y su desaparición sería alterar aún más el entorno. Por todo ello, se estimó finalmente su conservación y aprovechamiento.

Sin embargo el programa no encontraba cabida en su interior. Funcionaba como edificación principal pero necesitaba el apoyo de dos pabellones para completarlo. Uno a un lado, de planta cuadrada y dos alturas para garaje y biblioteca, y otro, opuesto de planta rectangular y dos plantas para alojar instalaciones, bodega y dormitorios de invitados. La pendiente del terreno semientierra los volúmenes, disponiéndose en plataformas naturales, con acceso directo al jardín posterior, caso del pabellón de invitados, o mediante una solana-puente, caso del edificio principal.

Se desestimó una ampliación en volumen de la edificación principal, proponiendo la implantación de dos piezas independientes, por uso y composición, menor impacto en un entorno rural, unidas por puentes. Forma un pequeño complejo frecuente en la arquitectura montañesa tradicional, accediendo desde calle a una corralada, conformada por la construcción existente y el pabellón de garaje/biblioteca, con una separación cubierta entre ambos que proporcional al visitante, antes de entrar en la casa, una magnífica panorámica de la “Peña Pelada”.

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